Día de todos los santos, un día muy especial porque compartimos con los muertos, llevamos flores al cementerio y descansamos un poco… y sobre todo porque en Guate comemos fiambre.
Se puede decir que el fiambre es el plato más chapín de todos ya que no hay ningún otro país en el mundo en donde coman fiambre. Para los que no sepan el fiambre es una mezcla de embutidos, huevo, verduras, carnes, palmito, alcaparras, elotitos y todo lo que le quieran echar con una base de curtido de remolacha o repollo.
Pero el fiambre, más que un plato es una leyenda y una tradición que iniciaría hace muchos años en Guatemala:
Un 31 de octubre el aire soplaba fuerte haciendo mover las llamas de las antorchas usadas por la gente para visualizar mejor el camino, de repente el aire se tornó más fuerte y todas la antorchas del pueblo se extinguieron provocando la intensa oscuridad de donde surgirían todos los demonios que causaron muchos estragos en el pueblo mientras la oscuridad duró. Al día siguiente, los habitantes se percataron que el pueblo estaba devastado y no tenían nada de alimentos, decididos a continuar con la tradición de compartir con los muertos, un grupo de familias decidió juntar lo poco que les quedaba creando un plato frío que llevó toda la tarde de preparación; a las 6pm las familias agotadas y asustadas por lo acontecido, partieron al cementerio en dónde se reunirían con sus muertos. Sentados en la tierra alrededor de las tumbas decidieron compartir lo único que tenían con sus muertos, bajo la luz de las llamas ondeadas por al aire empezaron a comer este plato frío y a reunir recuerdos sobre los que ya no están con nosotros.
