Lo esencial es invisible para los ojos

Mientras estudiaba licenciatura en artes plásticas, Fernanda Fierro utilizaba el transporte urbano para llegar a su destino, el camino era aburrido y no muy agradable hasta que abordaban lo cantantes, payasos y vendedores los cuales le alegraban el viaje a Fernanda.

Durante un intercambio en Veracruz en una clase de proyectos artísticos, Fernanda recordó su aburrido viaje diario en autobús, así que decidió darle un toque artístico al interior de estos: "Lo esencial es invisible para los ojos", un proyecto en dónde Fernanda retomó las bases del muralismo, el arte urbano y su libro favorito El Principito. 

Uno de principales temores de Fernanda era el vandalismo, ya que antes de instalar los cuadros observó que el techo estaba rayado y quemado por encendedores, sin embargo el proyecto fue bien aceptado y hasta la fecha continúan intactos, como dice Fernanda:

 " realmente es molesto que los artistas aún mantienen el tabú de decir que las personas no comprenden el arte, yo por mi parte digo que los artistas debemos acercarnos a ellos, tal vez no conozcan mucho sobre historia del arte pero si aprecian e imaginan"

Angie chung: Dos manos, Dos culturas

Cuando Angie Viajó de Korea a  Guatemala, se enteró que había nacido siendo zurda pero por cuestiones culturales la educaron para usar su mano derecha, al poco tiempo Angie se dio cuenta que no solo podía usar su mano izquierda sino que podía dibujar con ambas al mismo tiempo.

 

 

Desde entonces Angie ha sido reconocida por sus increíbles retratos ambidiestros así como  por sus interesantes pinturas narrativas que unen elementos de la cultura koreana y guatemalteca.

Para Angie, Guatemala fue el país que liberó su mano izquierda, en dónde las barreras del idioma la llevaron a una introspección que desarrolló su arte al máximo y en dónde fusionó dos grandes culturas que hacen de su arte algo innovador, lleno de cultura y sobre todo pasión.