martes, 27 de diciembre de 2011

Sylvia Plath, el último grito de auxilio

En 1932 nace en el barrio Jamaica Plain Boston, una niña rubia de descendentes alemanes quien escribiría su primer poema a los 8 años, ese mismo año su padre fallece, sin embargo ella continúo escribiendo.


A los 19 años Sylvia llega a la universidad Smith College, ella era una joven tradicional, rubia y hermosa pero cada vez que se sentaba a escribir, las teclas de su máquina golpeaban como un puñal capaz de matar a alguien.

Un año después Sylvia robó con disimuló un frasco de somníferos, caminó sola al sótano y se escondió dentro de un armario en donde tomó 50 pastillas, la encontraron de casualidad y se salvó de milagro (the bell jar). Tras este incidente Sylvia se gradúa con honores y gana la beca fulbright, por lo que asiste a Cambridge.

En Cambridge Sylvia se afianza como escritora y se convierte en una de las precursoras de la poesía confesional y conoce Ted Hughes con quien se mudó a Londres y tuvo dos hijos (Frieda y Nicholas).

Una madrugada del 11 de febrero de 1963, Sylvia subió al cuarto de sus hijos y les dejó pan con mantequilla y leche caliente. Bajó a la cocina y sello con trapos la puerta y la ventana, abrió el horno, giró la llave de gas y puso la cabeza dentro. Junto a su cadáver encontraron una nota que decía “Por favor llamen al médico”

Sylvia parecía una mujer exitosa y segura de si misma, pero solamente había que leer su poesía innegablemente confesional para observar todas sus heridas.


Toda mujer adora a un facista, /la bota en la cara,/ el brutal, brutal corazón de una bestia como tú. Daddy (fragmento)


 La muerte es tratada como una danza que se tiene que ejecutar cada cierto tiempo


Sin embargo, soy la misma, idéntica mujer./La primera vez que sucedió tenía diez./ Fue un accidente. La segunda vez pretendí/ Superarme y no regresar jamás./Oscilé callada./Como una concha marina./Tenían que llamar y llamar/Recoger de mí los gusanos perlas pegajosas. Lo logré otra vez,/Me las arreglo/una vez cada diez años.

Tengo solamente treinta años. /Y como gato he de morir nueve veces. Esta es la número Tres./Qué desperdicio/Eso de aniquilarse cada década. Morir/Es un arte, como cualquier otra cosa./Yo lo hago excepcionalmente bien./Lo hago por sentirlo hasta las heces./Lo hago para sentirlo real./Podemos decir que poseo el don./Es fácil ejecutarlo en una celda./Es muy fácil hacerlo y guardar la compostura./Es teatral. 

Lady Lazarus (fragmento)



1 comentario:

  1. Espero les guste la historia de la primera suicida en este blog,la relación amor y odio con su padre la marcó de por vida aunque muchos dicen que era bipolar. Como dato Curioso su hijo Nicholas fue un hombre solitario y en 2009 se suicido

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